"CASA ROSARIO": VIDA

"La vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros".
(Papa Francisco)

PARA QUE ME CONOZCAS

¡Hola!
Soy Paz Bajo, religiosa de la Congregación “Benedictinas de la Providencia”.
Durante mucho tiempo me dediqué a la enseñanza en el Colegio “Ntra Sra de la
Providencia” de Palencia, hasta que la vida me devolvió a mi pueblo natal,
Gordaliza del Pino, (León), para cuidar de mi madre, enferma de Alzheimer.
Su cuidado me enseñó el valor de los gestos cotidianos y sencillos de ternura,
cariño, cercanía, el lenguaje de las miradas, del contacto, de los abrazos… (lo
que todos necesitamos)
A su lado descubrí la dignidad de la persona, más allá de su apariencia física o
eficacia material. Toda una escuela de humanidad, que me ha transformado el
corazón.
La convivencia y las relaciones con la gente sencilla y sabia del pueblo, me ha
hecho gusta el sabor de lo genuino, de lo que aún permanece de puro en nosotros, y que grita por salir a la luz. ¡Qué parto tan doloroso el del propio corazón ahogado y enterrado en
los mil ruidos, prisas, desasosiegos y tensiones al que nos somete la vida
moderna!
Nueve años en los que, cual prolongada gestación, ha ido definiéndose un proyecto que
dormía en mi desde los años de mi primera juventud: acompañar a las pequeñas
comunidades rurales, vivir en su misma realidad para acoger, animar, compartir
todo aquello que forma parte de la vida.
“CASA ROSARIO”, en honor a mi madre, quiere ser una casa abierta, donde sea posible
la escucha, el diálogo, el encuentro, la comunicación, la búsqueda…
Una experiencia que empiezo en solitario, con la esperanza de que otras personas formen parte de ella.
Estas páginas del blog, irán plasmando el camino que hoy arranca.

DÓNDE ESTOY

Casa Rosario "Más vida", se encuentra en Gordaliza del Pino, un pueblecito tranquilo y acogedor del sur de la provincia de León.

En ella vive la Hna Paz, religiosa en el mundo rural, dedicada a la acogida, a la escucha, al acompañamiento de toda persona que desee hacer un camino interior para encontrarse consigo misma, en el silencio y la calma que el entorno ofrece.

Los ruidos, las prisas, el desasosiego al que nos somete el ritmo frenético impuesto por la sociedad, hacen que vivamos la vida en la superficie y no nos demos cuenta de la riqueza que llevamos dentro.

Vivir la vida en profundidad, bucear en el propio corazón, allí "donde manan las fuentes de la vida", es una tarea urgente y apasionante, que sólo los más valientes logran emprender.

"CASA ROSARIO"

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martes, 18 de febrero de 2014

VIDA

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